miércoles, 28 de enero de 2015

SOCIEDAD DEL DES-CONOCIMIENTO


La Infanta Cristina desconocía de dónde saca, pa tanto como destaca, su Urdangarín. La mujer del socio de éste, Diego Torres, desconocía incluso que era titular de un montón de sociedades y que tenía cuentas paradisíacas.

La de Bárcenas desconocía el origen del abultado parné de su marido.

La Pantoja desconocía de dónde salían las sacas de pasta de Cachuli, lo mismo que su exmujer.

La esposa del expresidente de Gowex desconocía que tenía cinco millones de euros en una cuenta en Luxemburgo.

La de Francisco Granados desconocía que su marido tenía ahorrillos en Suiza.

Tania Sánchez desconocía que su hermano era administrador de la cooperativa que recibió 1,2 millones de euros del Gobierno local del que ella formaba parte.

La exministra Ana Mato desconocía de dónde rayos había salido aquel Jaguar que se le apareció en su garaje como a Pitita Ridruejo se le aparecía la Virgen.

Y la hermana de Jordi Pujol desconocía que su padre había dejado un pedazo de herencia.


¿Qué pasa? ¿Que eso de la sociedad del conocimiento es cosa de hombres, como aquel coñac? Porque, lo que es estas, están totalmente instaladas en la del des-conocimiento. Vaya, que no se enteran de nada, las tías. Bendita ignorancia.

Voy a tener que investigar a mi propio, no vaya a ser que me la esté pegando con una cuenta en Andorra y me tenga que enterar por un fiscalillo cualquiera, qué vulgaridad.

martes, 27 de enero de 2015

DESASOSIEGO


Desde luego, está claro que la tranquilidad total no existe. Aunque parezca que no hay ningún motivo que desmienta que tu vida es todo paz, quiá, siempre hay un run-run que no permite un descanso completo. Es algo así como un desasosiego de rutina.

Yo, por ejemplo, estoy preocupada porque hace al menos una semana que los de Jazztel no me llaman. ¿Qué habrá pasado? ¿Estarán malos los pobres chicos? ¿Los habrán despedido a todos porque no he aceptado sus ofertas? No sé, pero casi estoy por decir que los echo de menos. Y mira que les llegué a coger manía ¿eh? Hasta me parecían pesados, ya ves, total porque me llamaban todas las tardes, algunas hasta tres veces, qué mala gente soy. Es que, lo siento, pero me irrita que el sonido del teléfono me rompa el relax de después de comer. Claro que peor sería que sonara el timbre de la puerta y me apareciera Rajoy para darme las gracias, así, sin avisar, qué susto.

También me he intranquilizado hoy porque he puesto dos o tres veces La Sexta y no estaban emitiendo las imágenes de Bárcenas saliendo de la cárcel. ¿Se les habrá rayado el vídeo de tanto ponerlo? ¿Se habrán convencido de que los del PP no se van a acojonar más por verlo salir muchas veces? Es que, oye, en esa tele ha salido más veces del trullo Bárcenas en unos días que el Vaquilla en toda su vida, qué repetidos, más que el Bolero de Ravel. Que sí, que se agradece que varíen un poco los contenidos y no parezca que emiten en bucle, pero a mí es que los cambios, así de primeras, pues me descolocan. Ya solo falta que Ana Pastor, la del Objetivo de los domingos, deje hablar a sus entrevistados, la leche, eso ya sería una revolución preocupante de verdad.

¿Y qué me dices de lo de Oleguer, el hijo de Pujol? Que solo tiene diez millones de euros, pobrecillo. No me digas que no te pone los pelos como escarpias verlo al pobre chiquillo tan desamparado, con sus padres entre insultos y jueces y él teniendo que vivir con calderilla, con lo que ha sido esa familia, jó.

Ahora, que sí, que lo que de verdad ha roto hoy la paz en medio mundo ha sido la caída de Facebook e Instagram, una catástrofe. Que menos mal que solo ha durado un par de horas el batacazo, porque, si no, no sé qué hubiera sido de nosotros. Que hay muchos que se han levantado y se han desesperado hasta llegar al trabajo porque no sabían qué hacer; ahí, sin poder saludar a sus amigos virtuales ni colgar las fotos del desayuno, qué sinvivir. Y es que hoy dependemos tanto de la tecnología que cuando falla estamos como fumadores sin tabaco, qué ansiedad. Me acuerdo yo de una vez que se cayó WhatsApp y una amiga estuvo todo el día de morros porque tuvo que darle los buenos días a su marido en persona, qué mala manera de empezar la jornada.

Imagínate que no hubieran solucionado el problema y hubiéramos estado todo el día sin esas redes sociales, no quiero ni pensarlo. A mí lo mismo me daba por ver más rato la Sexta y hubiera descubierto que siguen colando el video de Bárcenas de vez en cuando. O, atacada por el aburrimiento, hubiera acabado por llamar yo a los de Jazztel. O hubiera profundizado en el caso del pobrecito Pujolet, qué congoja. O me hubiera pegado a la mirilla de la puerta deseando que apareciera Rajoy para darme las gracias o lo que fuera. De nada, le hubiera dicho, pero ¿sabe usted cuándo van a arreglar lo del Facebook?

jueves, 22 de enero de 2015

MONEDERO Y BÁRCENAS


Desde luego, los chicos estos de Pablo Iglesias ya no es que puedan, es que no se les pone nada por delante, tú. Las últimas noticias de su número tres vienen a demostrar que los de Podemos, por poder, pueden ser hasta más casta que la casta esa que tienen siempre en la boca, qué tíos.

Parece ser que el tal Monedero ingresó en un si es no es casi medio millón de euracos a través de una empresa sin trabajadores ni jefes ni organización ni nada, qué chollo, por unos supuestos trabajos realizados para países representativos del modelo de democracia, libertad y bienestar social que los Podemos quieren instaurar en España, como Venezuela, olé. Caja de Resistencia se llama la empresa. Joé de resistencia; con eso resiste uno sin currar hasta después de jubilarse. Eso se parece más, qué diría yo, a la caja fuerte de un banquero.

Y, claro, se ha liao parda. Porque lo de esos dineros y la empresa en cuestión, pues no está nada claro. Y encima va el Banco Central Europeo y, en medio de la polémica, dice que el Monedero –que se tendría que llamar por lo menos billetero, digo yo, por las cantidades que maneja - miente en su currículum, porque nunca trabajó para ese organismo como él asegura. Hombre, Mone, eso ya es patético; que una cosa es rellenar con lo clásico de “ha asistido a numerosos cursos” o “ha impartido mogollón de conferencias” y otra colar que has trabajado en el BCE, toma ya.

Bueno, pues lo mejor es la salida del calderilla este para afrontar el lío. Que dice que todo eso sale ahora para tapar lo de Bárcenas, no te lo pierdas. Sí, hombre, y lo de la amenaza yihadista, ya puestos, no te fastidia. No hay más que echar un vistazo a los medios, todos pendientes de la salida de Bárcenas de la cárcel, ya ves, ni que fuera la salida de la Esteban de Gran Hermano VIP.

Esta misma tarde he estado viendo el programa ese de las tardes de la Sexta, el de la presentadora que parece que está siempre enfadada, y le han dedicado un tiempo larguísimo al tema. Que hay qué ver qué periodismo se hace hoy en día, oye. Todo el programa eran imágenes de la cárcel, a ver si salía, alternadas con imágenes de su casa, a ver si llegaba. Y así. Y, entre imagen e imagen, comentarios de enjundia. Por ejemplo, a la presentadora lo que parecía preocuparle más es si Bárcenas, una vez libre, volverá a coincidir con ella en el gimnasio, qué profundidad. Porque ella lo veía muchas veces allí, en la elíptica y, claro, es fundamental saber si lo va a volver a ver dándole a los pedales. Lo mismo está pensando en entrevistarlo montado en la bici y chorreando sudor, la veo capaz.

Y también mostró gran interés, la presentadora, en saber qué le iban a preparar para cenar en su primera noche en casa, que lo del análisis periodístico en este programa no conoce límites. Hombre, sí, es un dato trascendental. Yo, cuando alguien ha dicho que lentejas, me he quedado mucho más tranquila, la verdad. No me preguntes por qué, pero me he quedado más tranquila. Lo que no ha logrado saber la presentadora es si la cena iba a ser con velas. Que lo ha preguntado, sí. Pero a ninguno de los contertulios ni al reportero que estaba en la puerta de la vivienda se le había ocurrido averiguarlo, qué falta de iniciativa, hasta un becario hubiera hecho de esa pregunta el centro de su trabajo.

No entiendo cómo Monedero puede pensar que lo de sus ingresos millonarios puede eclipsar a informaciones de ese nivel. Vas a comparar tú que el número tres de ese partido que va de pobre gane una pasta gansa de forma poco clara con que Bárcenas cene lentejas la noche que sale de la cárcel. Aunque sea sin velas.

jueves, 8 de enero de 2015

CHARLIE Y WILLY


Vuelve una del plácido paréntesis de las Navidades, con la esperanza puesta en el nuevo año, y se desayuna el 2015 con el espantoso asesinato de doce personas en el semanario francés Charlie Hebdo a manos de unos locos fanáticos. Y, aún no repuesta del impacto de tal atrocidad, le viene a revolver el almuerzo ese espécimen de la fauna pijo-progre de nuestro país, ese fan del socialismo cubano que se llama Guillermo y se hace llamar Willy como si quisiera parecerse a un capitalista yanqui.

Tras el absurdo atentado de París, Willy Toledo, ese tipo absurdo que vive del cine y de montar numeritos como quien vive del cuento, abre su boca twitera y vomita una justificación para el crimen. Que qué esperábamos, ha dicho. Que con la de gente que mata Occidente todos los días, normal que los yihadistas respondan a golpe de kalashnikov, ha venido a decir.

Pues yo digo que, al margen de su obsesión por dar la nota y de su afición a la demagogia barata, Willy dice lo que dice por una razón fundamental: porque puede. Los asesinados de Charlie, en cambio, ya no. Él se ampara en la misma libertad de expresión que a los periodistas franceses les han quitado a tiros. A los de Charlie los han matado para callarlos en un crimen que a Willy, que es de los que no se calla ni muerto, le parece lógico. Los de Charlie llevaban años publicando sus trabajos sabiéndose amenazados por individuos que no se andan con tonterías. A Willy no le cuesta ningún trabajo decir tonterías sabiendo que su única amenaza son unas cuantas críticas en las redes sociales.

Porque puede. Por eso habla Willy. Por lo mismo que vive en Cuba. Porque en Cuba, con dinero, se puede vivir. Incluso presumir de que vive sin él. Y venir de visita para apoyar a presos terroristas mientras los encarcelados políticos del régimen cubano parecen traérsela muy floja.

Ya, ya sé que no se puede esperar nada de alguien que dice que en Europa y en la España que tan bien le ha dado de comer se destruyen derechos y que por eso se va a ¡Cuba!, tócate los pies. Que lo mejor es ignorarlo, sí. Pero es que me repatean los tipos que, por no bajarse del “candelabro”, molestan hasta cuando están lejos.

En estos días en que la libertad de expresión está en boca de todos, indigna el uso penoso que Willy hace de ella mientras el mundo llora por Charlie.