Emburciadas

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domingo, 14 de junio de 2015

EL CAMBIO


Bueno, bueno, bueno. Ya está. Esto va a ser holivud a partir de ahora. Se han constituido los nuevos ayuntamientos y esto es un fiestorro, oye; se acabaron los problemas. Un fiestorro a lo grande ¿eh? con sus pantallas gigantes, sus fiestas en la calle… ¡qué viva la nueva austeridad!

Ha llegado el cambio. España ha votado cambio, no paro de oírlo. Que, en realidad, lo que ha votado España es mayormente al PP, pero como estos de Podemos y sus marcas blancas y demás parientes se han empeñado en que lo que hemos votado es cambio, pues ya se las han arreglado ellos para cambiarlo todo, o casi. Que da igual que en muchos municipios la mayoría de sus ciudadanos eligieran a un partido para que les gobierne. Qué sabrán ellos, infelices. Menos mal que ahí están los Podemos y variantes para sacarlos de su error y colocar en esos gobiernos a los que han perdido después de no pocos tiras y aflojas.

Qué trajín de pactos, oye. Yo ya me perdí hace días. Hace lo menos una semana que me dije, mira, que paso, tú. Que gobierne quien sea, pero yo las negociaciones esas de mercadillo ya no las sigo. Que si yo te apoyo si gobierna este, que si yo te apoyo si se va el otro, que aquí te voto si echas a tus corruptos, que allí te respaldo aunque la sombra de la corrupción sea alargada, que tú puedes contar conmigo aquí si yo cuento contigo allá… ¡Vamos, vamos, que me los quitan de las manos! ¡A un leuro, todo a un leuro! ¡Las robamos por la noche, las vendemos por el día, más barato que en la mercería! La repanocha. Y lo de ver al PSOE tan encantado de haberse conocido por recuperar poder habiendo perdido la leche de votos sin ser consciente de la tumba que se está cavando, eso no tiene precio.   

El caso es que esto es la madre de todos los cambios y ahora vamos a nadar en la ambulancia, que decía el otro. Mira, se van a acabar los desahucios, va a haber trabajo para todo el mundo, comida para todos los niños, dinero para que todos paguemos los gastos básicos, solo habrá empresas solidarias y socialmente correctas, podremos hablar con nuestros alcaldes en cualquier momento, los podremos ver en el autobús y en el metro… ¡Vente pa España, Pepe! Que igual no tienen los alcaldes competencias para algunas de esas cosas, pero ¿y qué más da, si esto es la revolución? ¡Al carajo las leyes!

Y lo mejor: se acabaron las corbatas, los honores y la presencia de gobernantes en cualquier tradición que huela a Iglesia, por mucho que cuente con el fervor mayoritario del pueblo que sea, que aquí vamos a gobernar para todos pero para unos más que para otros; que eso de las ofrendas y de sacar a pasear los santos ni es cultura ni es nada. Que no me extraña que se les haya aplaudido tanto ese gesto porque, lo que es yo, no veía el momento de que los alcaldes dejaran de ir detrás de San Pedro, San Pancracio o la Santísima Trinidad. Ahora duermo mucho más tranquila y más libre, te lo juro. Que ya era hora de que alguien solucionara ese problemón y acabara con esa lacra,  esa opresión y ese ataque a los derechos y libertades de los ciudadanos que suponía ver a mandatarios locales paseando con la Virgen o asistiendo a actos litúrgicos. ¡Cómo nos va a cambiar la vida!

Y es que, claro, hemos entrado en la era de los partidos “no tradicionales”, qué risa. De momento, en Madrid, la Carmena ha entrado rompedora y ha dicho que de seis concejales de Gobierno nada, que ella nueve; y tres tenientes de alcalde. O sea, se bajan los sueldos pero entran más a repartir. Y a mí que esta política no tradicional me empieza a sonar a… lo de siempre. Como lo de que, nada más llegar, ya le pidan abrumadoramente la dimisión de uno de sus concejales, como si fueran un partido tradicional de esos, oye.

Sí, porque, como ahora lo que se va a llevar es el colorido y la alegría, la nueva alcaldesa de la Villa y Corte cuenta con un concejal que es la monda. Que cuelga en twitter chistes riéndose de Ios judíos, del Holocausto, de Irene Villa y de Marta del Castillo con una finura, una gracia y un buen gusto que él se parte el pecho mientras a ti te dan ganas de partirle la cara. Pero él dice que no dimite, otra cosa novedosa, lo que yo te diga, que estos innovadores empiezan a oler a viejo. Que él no es antisemita ni proetarra, dice. No, hijo, no, tú lo que eres es tonto del culo, dicho esto con todo el humor, como a ti te gusta. Que si no eres capaz de ver que esos chistecillos pueden ofender a mucha gente no quiero ni pensar en los pisotones que vas a dar en tu gestión.

Que conste que yo les doy a todos estos “nuevos” un voto de confianza. Por la cuenta que nos trae, más que nada. Y porque, cuando pasen a ser “viejos”, que no creo yo que la cosa dé para mucho experimento, pues ya sacaremos otro invento. Otro cambio, vaya.

3 comentarios:

  1. Eres estupenda,Olga. ¿Cómo no estás en un periódico escribiendo columnas de opinión?

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  2. Eres estupenda,Olga. ¿Cómo no estás en un periódico escribiendo columnas de opinión?

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  3. Muchas gracias, Sue!! Pues ya ves, será que no soy tan estupenda, aunque tú me leas con tan buenos ojos. Un beso.

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